martes, 29 de mayo de 2007
XX
He oído a tus ojos leer cuando
viajabas a tu refugio matutino
He oído a tus manos leer
en tu habitación de siempre.
He descubierto, incluso, el armario
que vos tenés a tu
izquierda cuando duermes.
He dicho que soy fiel sin
haber perdido ni la locura
pero porque prefiero
ser loco a ser cuerdo
matando con mi silencio a niños de
otro tiempo y de otro espacio.
Por eso escribo las denuncias
sobre el pasatiempo
preferido de los gringos que es
inventarse historias para seguir
comiéndose a los niños
lentamente por el mundo
con sus mentiras
basadas en el capital.
i
La locura me acompaña en estas
viejas paredes de otros días.
La cordura de vez en cuando
se acerca cuando vos no estas.
Las caricias que yo no
te doy cuando no estas,
me las guardo en tu presencia
mientras dura la soledad en esta vida.
viajabas a tu refugio matutino
He oído a tus manos leer
en tu habitación de siempre.
He descubierto, incluso, el armario
que vos tenés a tu
izquierda cuando duermes.
He dicho que soy fiel sin
haber perdido ni la locura
pero porque prefiero
ser loco a ser cuerdo
matando con mi silencio a niños de
otro tiempo y de otro espacio.
Por eso escribo las denuncias
sobre el pasatiempo
preferido de los gringos que es
inventarse historias para seguir
comiéndose a los niños
lentamente por el mundo
con sus mentiras
basadas en el capital.
i
La locura me acompaña en estas
viejas paredes de otros días.
La cordura de vez en cuando
se acerca cuando vos no estas.
Las caricias que yo no
te doy cuando no estas,
me las guardo en tu presencia
mientras dura la soledad en esta vida.
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