martes, 11 de diciembre de 2007
lo admito
Escrupulosamente
admito
que soy ajeno
a la oligarquía.
Esa que en vez de beber
de su propio pozo
bebe del agua maldita
de las codicias.
Esa que liba de los hombres
solidarios
la permanente entrega a
una cercana utopía.
Soy más amigo
de los que luchan
por esa utopía
que cada vez son mejores
menores e insignificantes.
Prefiero la"insignificación"
de nuestras "perifería"
a la oligarquía que
con ferocidad devora
la fertilidad de los mortales.
admito
que soy ajeno
a la oligarquía.
Esa que en vez de beber
de su propio pozo
bebe del agua maldita
de las codicias.
Esa que liba de los hombres
solidarios
la permanente entrega a
una cercana utopía.
Soy más amigo
de los que luchan
por esa utopía
que cada vez son mejores
menores e insignificantes.
Prefiero la"insignificación"
de nuestras "perifería"
a la oligarquía que
con ferocidad devora
la fertilidad de los mortales.
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2 comentarios:
que curioso, vengo de vez en cuando a leerte y me voy con un sabor de tu poesía que sabe a eso, a poema. me gusta la manera en que escribes a tientas sueltas las palabras.
un saludo amigo, y que sigas escribiendo como lo haces.
"Prefiero la"insignificación"
de nuestras "perifería""
somos dos...
o somos uno?
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