jueves, 15 de noviembre de 2007

A los mártires de la UCA.

- Si no hacemos nada entre todos, entonces, ¿me moriré yo también?- le pregunto el hijo a su madre. Ella no supo qué decir. Guardo silencio y cortando una rosa del jardín, se la dio a su hijo. mientras, ella, le leía la placa que recuerda los nombres de los curas asesinados.

A los mártires de la UCA.

Hay ventisca fuerte esta noche
afuera el viento sopla la locura
que viene del averno, sin rosas ni versos.

Se oyen disparos por las calles
Se oyen gritos de muerte esta noche
No hay versos, ni besos
Solo quedamos nosotros y
los disparos que se aproximan
son más ciertos a altas horas de la noche

- nosotros nos marchamos - dijo Rodolfo
- no es necesario - dijo Ellacuría
... ya vinieron e hicieron lo que querían
meter miedo a nuestros cuerpos.

- no volverán – sentenció Ellacuría.
y por primera vez, se equivocaba.

Pero Rodolfo y otro, marcharon.
y los demás se quedaron
viviendo en los cristales rotos
porque a la madrugada del día previsto
del 16 de noviembre de 1989
miles de disparos se alojaron
en el césped, en el piso y en sus cuerpos.


La vida llegó a su fin
La vida de siete cuerpos adultos
y el cuerpo de una niña de 15 años
que abrazada a su madre, quedaron
despojados de su vida...

y

la mentira se vistió de sus medios
Los asesinos despojaron la ternura
Y la muerte se pasea desde entonces
en los cuerpos uniformados de
los soldados que parieron los yankis.

Hay ventisca fuerte esta noche
afuera el viento sopla la locura
que viene del averno, sin rosas ni versos.

Nos quedan rosas en el jardín
Nos quedan libros en las palabras
Nos quedan las luciérnagas
Que alumbran las velas
esas velas, que iluminan
La capilla donde reposan los cuerpos
de los seis jesuitas asesinados
en una madrugada de El Salvador
en la Universidad de los jesuitas
que descansen en paz.

Mientras las tinieblas
vigilan todavía a
los bolígrafos que escriben
y denuncian las mentiras que siguen
contando los asesinos de corbata
y réquiem neoliberal.

Hay ventisca fuerte esta noche
afuera el viento sopla la locura
que viene del averno, sin rosas ni versos.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

trilogía

No todos los recuerdos hacen que el dolor se vuelva sincero, que lo recuerdos nos cosquilleen hasta la pestañas. Que los tiempos sean más venideros, llevaderos y que los perfumes insuflen a cada olfato el aroma de la niñez, no, no siempre. Es cuestión de ponerse a recordar y la niñez aflora fácil, lívida y casi persistente en la fragilidad del subconsciente de los seres humanos. Y aquí esta el otro poema de esta trilogía que la escribí, no recuerdo hace cuántos años, pero aquí os dejo el segundo.



II


Hoy vi a mi hermano

Israel


Hoy vi a mi hermano
enjuto como siempre,
lo vi desde la distancia
parecía más antiguo
y más ecuánime,
y más zurdo que nunca.

Habló despacio
muy despacio,
Pensando cada palabra
Sonreía señalando con el dedo índice
Acentuando sus medidas.

En sus manos un dolor
y un beso;
Su hija, y ellos; las señas
profundas de su identidad.,
lo vi abierto en su compromiso
y díscolo a lo establecido.

Hoy vi a mi hermano
en el rostro escondido de un niño
que me ofreció sus manos,
en su frente
la imagen profunda de la lucha.
y sus ojos querían decir una lágrima,
una lágrima sólo y no la dijo
suspiró y soltó un hálito de victoria.

Hoy vi a mi hermano
callado, silencioso, afable
y cubierto de clandestinidad.

En su pecho un amor profundo a lo prohibido
con sus dedos jugaba un son de conspiración.
Hoy vi a mi hermano,
más serio que nunca, más distendido
y más cariñoso en la distancia;
más comprometido, más justo
más claro,
más hermano que nunca.

viernes, 2 de noviembre de 2007

trilogía

Este poema que posteo esta dedicado a un hermano, compañero. Lo hice hace ya, muchos, pero muchos años, lo posteo, pues en este blog después de darme cuenta que la vida se nos va como dos aves que vuelan a nuestra lado y las vemos como se alejan. Desde que hice el poema, ha llovido mucho, como se suele decir.

Las cosas, la vida, la realidad, ha cambiado mucho, y nosotros también. Sin embargo la vida sigue y si se descubre el silencio a tiempo es porque algo nos hemos dejado en el camino, el exilio quienes lo viven, saben que se hace más llevadero, si no, te come lentamente las entrañas, el subconsciente, juega, a veces, malas pasadas pero el exilio es eso... una serpiente de mil cabeza que quiere devorar tu conciencia como sea.

Y antes de que me las juegue a mi el exilio, posteo este poemario. "La vida hay que llevarla con bravura decía martí, y la muerte hay que esperarla con un beso" remataba. Hasta el día de hoy no tengo la lucidez exacta para entender esa frase de Martí. Pero sigo vivo y escribiendo groserías literarias. Un abrazo Meme.




III

Era él


A Manuel
(mi hermano)

Era él y sonreía a su lado,
cuatro hermosos nuevos hijos
una sonrisa en “la maciza”,
afable solidaria y cenicienta
dispuesta, misionera y preciosa.

Hoy lo vi con ellos
a mi hermano y sonreía,
colocho jurídico abogado.

No lo vi con fútbol en sus pies
era la vida de su vida,
lo vi hacer malabarismos
en un campo de fútbol
jugábamos juntos, él lo sabe.

Manuel mi hermano
y compañero.
amigo fiel y cautivo padre.

Negó una vez a la avaricia,
bregó como todos los pipiles.

Colocho mi hermano en ese encuentro
ágil sencillo y fructífero sus manos.

Desde aquí lo veo sonreír
con todos a su lado y “la maciza”,
desde la distancia del exilio,
gota a gota mi presencia brota,
palmo a palmo a mi conciencia calmo,
muy pronto será nuestro encuentro
y jugaremos a la vida clandestina
para vivir, Manuel , para vivir.